La fibromialgia se cura... al menos en Bilbao

Ayer asistí en el Centro de Salud Bombero Etxaniz, de Bilbao, a un taller sobre «Entrevista clínica en Fibromialgia. Historia de dolor», impartida por la doctora Mariaje Barrenengoa y el Dr Rafa Gracia, médicos de Atención Primaria.


Asistimos 30 profesionales: en orden decreciente: fisios, médicos de atención primaria, enfermeras y psicólogos. 90% mujeres.


Pero ¿dónde los hombres, dónde los hombres?
cantaba Aguaviva.


Todos habíamos asistido como oyentes a algún curso para pacientes, organizado por Mariaje, Rafa Gracia y Rafa Martínez.


Tristemente, Rafa Martínez falleció la semana pasada, a los 55 años, víctima del cáncer.


En los cursos han participado más de cincuenta pacientes. Todos ellos reunían criterios diagnósticos de Fibromialgia.


A los seis meses de la intervención pedagógica, el 50% ya no cumplía los criterios y a los 12 meses, el porcentaje de curados era del 64,5%.


Todos comprobamos, en vivo y en directo, cómo entraban los pacientes al curso y cómo salían.


La sesión de ayer se centró en la entrevista clínica inicial, individual: Una hora y media. Mariaje denomina al encuentro «el vaciado». El paciente tiene la opción de contar todo lo que quiera contar y el profesional debe escuchar con respeto y compasión, aceptando como real todo el relato. Una vez volcado todo el sufrimiento, se renuncia a repetirlo para centrarse en las sesiones-clases en la adquisición de conocimiento sobre el trabajo de la red neuronal. El padeciente pasa a ser un alumno.


Se va presentando a lo largo de las sesiones del curso el nuevo paradigma: «organismo sano y cerebro alarmista, que evalúa erróneamente amenaza cuando y donde no la hay». Quitar el lastre del miedo a la actividad. Comprender lo que sucede en el cuerpo. El por qué y para qué de los síntomas. Recuperar la autoestima somática, la dignidad ante uno mismo y ante la sociedad.


En las sesiones van apareciendo «los puedos».


– Antes no podía; no me atrevía… Ahora puedo…


Los asistentes al taller escuchan testimonios de alumnas, expacientes.


Ellos también van aplicando lo aprendido y han verificado en sus consultas la emoción de liberar a sus propios alumnos del dolor.


Me temo que habrá quien niegue todo esto.


La disonancia cognitiva impide cambiar nuestras convicciones por las contrarias.


El equipo bilbaino ha acabado otro estudio, esta vez doble ciego, con 150 pacientes. Falta recoger los datos de los 12 meses. Espero que se publique y sea tenido en cuenta.


La cuestión es simple:


La fibromialgia se puede comprender y resolver en muchos casos, aplicando un modelo teórico que niega la condición de enfermedad misteriosa e irreversible.


Esto ha sucedido en Bilbao y no hay razón para que no pueda suceder en cualquier otro lugar.


La intervención es simple , económica y eficaz. Osakidetza (Servicio vasco de salud) la conoce. La tolera y ampara pero quizás con excesiva tibieza.


Mariaje se jubila en Enero. Lo inteligente sería articular alguna norma legal para que siga, liberada y con dedicación exclusiva, con la difusión del proyecto a pacientes y profesionales, ahora que está en la máxima cota de competencia.


Me temo que no sea así y que siga colaborando, como lo hacen muchos de los profesionales implicados en sus horas libres, desde el voluntariado.


Los que asistimos ayer al taller sabemos que todo esto no tiene retorno, que cuando uno conoce la trama neuronal del problema no puede mirar para otro lado.


Cualquiera de ellos está capacitado para emprender el emocionante camino de la intervención pedagógica. Puede ser un fisio, un psicólogo, un médico de atención primaria, una enfermera…


En realidad es el propio paciente el que se profesionaliza y descubre el camino de la liberación. El profesional se limita a escuchar el relato y a reorganizarlo desde la Pedagogía biológica.


Como es de suponer, chirría la ausencia de neurólogos y anestesistas (Unidad del dolor) en este proyecto.


Todo llegará aun cuando no haya aún señales premonitorias.


De momento, en Bilbao, se cura la Fibromialgia, en muchos casos.


Ver para creer y creer para ver.


Hagamos visible la enfermedad pero también su posible-probable (64,5%) curación.


Incluso aunque no seas de Bilbao.

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